Aquí os voy a dar un truco para que cuando querais hacer almejas no tengan tierra a la hora de comerlas y nos encontremos con esos trocitos tan incómodos a la hora de comer.
Cuando compreis las almejas cojeis y las echais en agua fria le poneis una par de cucharadas de azúcar. ¿Por qué? Al ser un marisco de agua salada, digamos que regurgitan cuando se les pone agua potable y el azúcar, al ser dulce les produce un vómito y empiezan a expulsar la tierra.
Las dejais un buen rato en remojo y luego las enjuagais un par de veces solo con agua del grifo.
Probadlo, os dará resultado.
lunes, 27 de julio de 2009
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